La retinopatía diabética es una de las principales causas de ceguera evitable entre los pacientes diabéticos con edades entre 25 y los 60 años. Es consecuencia de la Diabetes Mellitus, así que cualquier paciente de diabetes tipo 1 o 2 podría sufrirla. Para evitarlo, es fundamental mantener un buen control metabólico, controlando los niveles de glucosa, ya que unos niveles de azúcar en sangre muy altos pueden causar importantes daños en los vasos sanguíneos de todo el organismo en general y de la retina en particular. Además, deben prestar especial atención mujeres embarazadas y pacientes que también sufran hipertensión arterial o enfermedades renales.
Problemas a nivel de la microcirculación sanguínea:
Si las venas de la retina se obstruyen habría falta de riego sanguíneo y el paciente sufriría un proceso de isquemia, que a su vez, podría derivar en otros problemas o secuelas.
Por otro lado, si se produce un aumento de la permeabilidad en el ojo se provocarían pequeñas hemorragias que afectarían seriamente a la visión. Otro problema a destacar y que se produce con relativa frecuencia es el edema macular diabético.
También te puede interesar: ¿Qué es la Retinopatía Diabética? Tratamiento
Tipos de retinopatía diabética:
- Retinopatía diabética no proliferativa: se pueden observar algunos cambios en los vasos sanguíneos en el fondo de ojo.
- Retinopatía proliferativa: provoca otro tipo de daños como los edemas o la aparición de nuevos vasos sanguíneos con anomalías. Este fenómeno se conoce como neovascularización. Si se produce hemorragia, la visión puede verse limitada, o incluso derivar en un desprendimiento de retina en casos muy graves.
¿Qué síntomas tiene la retinopatía diabética?
El paciente que comienza a sufrir retinopatía diabética no experimenta normalmente cambios en su visión. Sólo en casos severos y comienza experimentando síntomas como la pérdida de visión o metamorfopsia, que es la percepción de objetos deformados. En ese caso, hablaríamos de un edema macular diabético y nuestra recomendación es que acuda cuanto antes a su clínica oftalmológica de referencia.
El buen control glucémico y los controles de fondo de ojo son fundamentales para evitar complicaciones secundarias como el glaucoma neovascular, un desprendimiento de retina o hemorragias en el vítreo. Ya que la retinopatía diabética es una patología especialmente peligrosa.
La retinopatía diabética no es la única patología de la retina, así que si usted experimenta visión borrosa o distorsionada, pérdida de la visión parcial o total, o un aumento de las moscas volantes o miodesopsias no lo dude y venga a vernos.
Si crees que padeces retinopatía diabética o cualquier otro problema relacionado con problemas en la retina, ven a vernos. Podemos ayudarte a solucionarlo.