La queratoplastia o transplante de córnea, es una de las técnicas quirúrgicas más antiguas de la historia de la oftalmología. La córnea es una estructura transparente situada en la parte delantera del ojo. La intervención se realiza cuando, por una enfermedad o una lesión irreversible, no hay otro modo de restaurar la córnea dañada.
La mayoría de los tejidos sanos utilizados en los trasplantes provienen de donantes fallecidos, estos tejidos se extraen dentro de las 24 horas siguientes al fallecimiento.
Aplicaciones de la queratoplastia
Algunas de las patologías que requieren de una queratoplastia pueden ser:
- Queratocono
- Adelgazamiento de la córnea
- Distrofia de Fuchs
- Opacidad corneal
- Úlcera y cicatrices corneales
- Complicaciones por cirugía ocular anterior
Tipos de queratoplastia
Según sea el problema en la córnea, el oftalmólogo recurrirá a uno u otro tipo de procedimiento. Estos tipos son:
Queratoplastia penetrante
La queratoplastia penetrante, también conocida como de espesor completo, se reemplaza la totalidad de la córnea
Queratoplastia lamelar
La queratoplastia lamelar se utiliza para extraer el tejido dañado de las capas más superficiales de la córnea, en la extracción se incluyen el estroma y el epitelio. Con esta intervención se reemplazan únicamente las capas frontales de la córnea, el endotelio sano se mantiene intacto.
Queratoplastia endotelial
En la queratoplastia endotelial se extrae el tejido afectado de las capas posteriores de la córnea, incluyendo el endotelio y la membrana de Descemet, que es una capa fina de tejido que protege el endotelio. El tejido que se implanta es de un donante.
¿Cómo se realiza una queratoplastia?
El procedimiento a seguir antes de realizar una intervención de queratoplastia es:
1. Examen previo a la operación
Antes de la cirugía corneal el paciente se somete a unas pruebas oftalmológicas meticulosas y a unas pruebas preoperatorias habituales para cualquier tipo de cirugía.
2. Intervención
La intervención se realiza bajo anestesia local o general, en ambos casos es un procedimiento ambulatorio. La operación tiene una duración de entre una y dos horas.
3. Postoperatorio
El postoperatorio no es doloroso, únicamente alguna pequeña molestia y algo de edema, que mejora con un tratamiento con gotas antibióticas. La recuperación de la visión no es inmediata, puede tardar algunos meses dependiendo de la técnica utilizada. El paciente puede necesitar usar gafas o lentillas para conseguir una visión perfecta. La eliminación de los puntos de sutura es progresiva, alrededor de los 12 meses después de la operación se han eliminado todos.
4. Complicaciones del postoperatorio
Se pueden presentar algunas complicaciones durante el postoperatorio, fácilmente subsanables consultando a su oftalmólogo.
- Defectos epiteliales persistentes
- Irritación por suturas
- Uveítis (ojos rojos, fotofobia, dolores de cabeza, etc.)
- Prolapso del iris
- Presión intraocular elevada
- Queratitis
- Reposo después de la intervención
Si se trata de un trasplante penetrante o lamelar se debe tener un reposo relativo durante alrededor de cinco días.
Si el trasplante es endotelial es necesario un reposo absoluto y en posición bocarriba, durante 24 horas. Es imprescindible seguir este consejo ya que el injerto corneal trasplantado necesita adherirse por completo.
Riesgos de la cirugía
Los derivados de cualquier intervención. El mayor riesgo que puede surgir después de la operación es el rechazo, que se manifiesta con el enrojecimiento del ojo, disminución de la agudeza visual y opacidad de la córnea.