La ametropía se define como un defecto ocular que causa un enfoque incorrecto de un objeto sobre la retina, lo que repercute negativamente en la agudeza visual. En otras palabras, las ametropías son errores de refracción ocular que impiden que una persona vea bien.
¿Qué tipos de ametropías existen?
Un paciente puede desarrollar dos tipos distintos de ametropías, de acuerdo con las características de la superficie de la curvatura del ojo. Si esta es uniforme, se le denomina ametropías esféricas. En caso contrario, estamos ante una ametropía no esférica.
A su vez, existen dos clases de ametropías esféricas: la miopía y la hipermetropía. La primera se produce cuando la imagen se forma por delante de la retina, ocasionando problemas para ver de lejos. La segunda ocurre cuando los rayos luminosos convergen en la parte posterior de la retina, ocasionando en algunos casos visión borrosa al ver objetos cercanos o mayor dificultad ya que el ojo debe realizar un esfuerzo acomodativo para poder ver nítido.
Por otro lado, el astigmatismo es una ametropía no esférica. En este caso, la capacidad de refracción del ojo no es igual para todos los grados. Como resultado, se producen dos líneas que impiden ver con claridad, tanto de cerca como de lejos. El dolor de cabeza, la fatiga ocular y la poca tolerancia a la luz también son síntomas de este error de refracción ocular.
Diagnóstico
El profesional encargado de diagnosticar las ametropías es el oftalmólogo. Para ello, recurre a diferentes instrumentos para conocer todos los parámetros del ojo, uno de ellos denominado refractómetro, que mide de manera aproximada la graduación que tiene el paciente.
Gracias a un examen completo, el especialista puede determinar el tipo y el grado de ametropía que sufre la persona y prescribir la solución que corresponda.
Tratamiento de las ametropías
La mayoría de los problemas visuales que causan las ametropías se corrigen con la ayuda de lentes. Para la miopía, se prescriben lentes divergentes; para la hipermetropía, lentes convergentes; y para el astigmatismo, cilíndricas. Independientemente de que sean lentes de contacto o gafas, las lentes tienen que estar personalizadas y adaptadas al número de dioptrías o a la graduación de cada persona.
Ahora bien, hoy en día existe otra solución para corregir los defectos visuales relacionados con las ametropías. Se trata de la cirugía refractiva, un método ideal para aquellas personas que no desean usar lentes de forma permanente.
Esta intervención se realiza por medio de cirugía láser o a través de la introducción de una lente intraocular. En ambos casos, es un procedimiento seguro y efectivo en la gran mayoría de los pacientes. Además, es una operación ambulatoria, lo que significa que no se requiere ingreso hospitalario y el paciente generalmente volverá a sus actividades cotidianas en cuestión de unos cuantos días.
Los candidatos a realizarse la cirugía refractiva son aquellos individuos que padezcan de una o más ametropías, siempre que mantengan una graduación estable por al menos un año y no sufran de otras patologías oculares que puedan interferir con el tratamiento.
Si padeces de una de las ametropías mencionadas, puedes acudir a nuestra clínica oftalmológica para que llevemos a cabo un estudio exhaustivo de tu caso. Nuestro equipo se encargará de ofrecerte las mejores soluciones para la salud de tus ojos.