Los ojos son los responsables del sentido de la visión y representan uno de los órganos más importantes y sensibles del cuerpo humano. Por ello, es fundamental llevar un extremo cuidado con ellos, tratando de identificar a tiempo las posibles patologías que puedan sufrir para poder combatirlas.
Entre estas patologías oculares, una de las grandes desconocidas es el pterigion, una afección conocida popularmente como “palmera en el ojo” o “uña”. En este artículo podrás encontrar en qué consiste, cuáles son sus causas, sus síntomas y posibles tratamientos.
Desde la Clínica González Costea , clínica oftalmológica de Murcia, recomendamos al menos una revisión oftalmológica anual para prevenir cualquier tipo de daño. Si crees que puedes padecer pterigion o algún otro problema ocular, puedes solicitar una consulta con nuestro equipo rellenando el formulario de esta página.
Pterigión: definición y características
El pterigión es una patología bastante frecuente que con un tratamiento adecuado no presenta ninguna complicación. Su aparición consiste en el crecimiento anómalo de tejido en forma de triángulo desde la membrana conjuntiva hasta la córnea. Su existencia puede llegar a producir ciertas molestias e incluso, causar dificultades en la visión, aunque no es maligna en ningún caso.
La presencia de esta tela blanquecina suele diagnosticarse con un examen físico o una prueba de agudeza visual en el oftalmólogo. Es conveniente acudir al médico en caso de advertir alguno de sus síntomas, ya que puede confundirse con la pinguécula, un exceso de grasas y proteínas que se presenta sobre la membrana conjuntiva. Esta, a diferencia de su precedente, tiene forma de grano de arroz.
Causas del pterigion en los ojos
Se desconoce a ciencia cierta cuál es la causa del pterigion. Suele presentarse en aquellas personas que se exponen excesivamente al sol, que residen en zonas secas o tienen contacto con sustancias irritantes como el polvo, el humo o los alérgenos, presentes en los químicos industriales y los disolventes. También influyen otros aspectos como la edad y el sexo, ya que aparece con más frecuencia en los hombres y en las personas mayores.
El pterigion puede prevenirse reduciendo, o evitando en lo posible, los factores de riesgo. Para ello se aconseja el uso de gafas y productos que actúen contra la sequedad ocular como gotas o ungüentos, siempre naturalmente bajo prescripción facultativa. Hay que tener en cuenta que esta afección, leve en la mayoría de los casos, puede derivar en algo más grave si no se toman precauciones. La salud es uno de nuestros bienes más preciados.
Síntomas del pterigion y evolución
Los síntomas del pterigion dependen de su evolución. Conforme va desarrollándose empezaremos a notar ardor, irritación, lagrimeo o dificultades para parpadear. Ya en su fase de pleno crecimiento, cuando recubre la córnea, puede crearnos problemas o pérdida de visión. En ocasiones, incluso, provoca otras patologías como el astigmatismo. En este caso, ya extremo, notaremos la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, por lo que es muy aconsejable la intervención quirúrgica. Generalmente suele practicarse cuando el pterigión invade la córnea 2 mm. Si afectara a la parte central de la misma, serían necesarias otras técnicas de mayor complejidad, como el trasplante.
Tratamiento del pterigion en el ojo
Esta afección no suele presentar grandes complicaciones. A veces, cuando la irritación es severa, se prescriben gotas para rebajar la inflamación y el malestar. En caso de gravedad, la cirugía de pterigion tampoco supone ningún peligro para el paciente. Básicamente consiste en sustituir el tejido por un injerto de la membrana conjuntiva, adhiriéndose con suturas o adhesivos tisulares, los conocidos como pegamentos biológicos. La operación de pterigion es muy sencilla, se realiza con anestesia local y el postoperatorio, con un parche para proteger el ojo durante las primeras 24 horas, tiene una duración aproximada de dos semanas. Cumplido este plazo desaparecerán las marcas de la intervención.
El ojo es uno de los sentidos que más utilizamos, por eso conviene prestarle atención y recurrir a un buen especialista en caso de que advirtamos cualquier síntoma que afecte a su salud. Y a la nuestra. Por este motivo, recomendamos acudir al oftalmólogo de urgencia ante cualquier indicio de padecer cualquier tipo de dolencia en los ojos.