Un espasmo palpebral, también conocido como mioquimia palpebral, es un movimiento involuntario del párpado (una fasciculación ocular) que casi todas las personas adultas han presentado al menos alguna vez en la vida. Dicha contracción involuntaria del párpado suele darse con mayor asiduidad en el párpado inferior (aunque también aparece en el superior) y puede presentarse en uno o ambos ojos a la vez. Además, no suele suponer la atrofia ni debilidad de los músculos afectados.
Pero… ¿cuáles son las causas de la mioquimia o espasmo palpebral?
Es importante destacar que, por norma general, la mioquimia es un tipo de espasmo ocular benigno y autolimitado que se da por factores comunes como:
- La fatiga
- El consumo de alcohol continuado
- El uso de algunos fármacos
- El estrés (causa más común)
- El consumo de cafeina en exceso
A pesar de esto, es importante acudir al oftalmólogo para realizar una revisión oftalmológica ante su presencia, pues puede ser síntoma de patologías más graves como la esclerosis múltiple y la distonía facial. En estos casos, es necesario de la realización de un estudio exhaustivo para determinar la raíz del problema. Afortunadamente, estos son los casos menos frecuentes.
¿Qué debemos tener en cuenta cuando se presenta una mioquimia?
La duración de los espamos palpebrales es un factor clave de alarma para acudir al oftalmólogo, pues estos suelen permanecer tan sólo por unos segundos y ser imperceptibles para el resto de personas pero, en algunos casos, pueden llegar a durar hasta un día. Si esto sucede, le recomendamos que acuda a una clínica oftalmológica para descartar posibles problemas graves. Además, será señal de alarma si aparece junto con otros síntomas como el adormecimiento de la cara.
A continuación, dejamos una intervención del Dr. González Costea en el programa de Onda Cero donde habla sobre la mioquimia, sus causas y su tratamiento: