Un uso responsable de tus lentes de contacto te beneficiará con un mayor confort para usarlas. Es muy importante seguir las instrucciones correctamente.
Una advertencia fundamental: Prohibido el uso de cualquier líquido como por ejemplo lavarlas o intentar hidratarlas con agua del grifo o con la propia saliva, que aunque suene como una barbaridad existen usuarios que lo desconocen. Para el aporte de hidratación, por síntomas de sequedad debido a baja calidad lagrimal está indicado el uso de lágrima artificial. Una de las infecciones típicas de este hecho es la queratitis por Acanthamoeba (protozoo) que puede ocasionar hasta la pérdida total de visión.
En la playa o la piscina no es aconsejable su uso, pero si se llevan hay que evitar el contacto con la superficie acuática ó sumergirse con ellas, el material de las lentes de contacto no es apto para cualquier líquido que no sea su solución específica, además de correr el riesgo de producir graves infecciones oculares.
Para un uso confortable se debe tener en cuenta los 4 pasos siguientes:
1. Lava y seca bien las manos antes de poner y quitar tus lentes de contacto. Es un error frecuente no secar las manos y tocar las lentes de contacto con las manos húmedas. RECUERDA que no pueden tener contacto con ningún otro líquido que no sea su solución específica.
2. Antes de colocar las lentes, asegúrate el lado correcto (con forma de cuenco) y con unas cuantas gotas (solución específica) sobre la palma de la mano darle un masaje para retirar cualquier resto de depósito.
3. Colocar y extraer la lente de contacto manteniendo sujetos los párpados superior e inferior para evitar el parpadeo involuntario.
4. Guardar las lentes en su estuche porta lentes con la parte cóncava hacia arriba, añadiendo la SOLUCIÓN ESPECÍFICA para su mantenimiento, limpieza y desinfección.
Es importante también incidir que no es bueno el abuso de las lentes de contacto, ya que el abuso puede llevar a graves problemas.