Cuida tus ojos ahora para una buena visión en el futuro
Si tienes entre 20 y 30 años, probablemente no pases mucho tiempo pensando en la salud de tus ojos. Pero este es exactamente el momento y la edad en la que debes actuar para preservar tu visión cuando seas más mayor. La mayoría de los problemas de la vista se pueden prevenir con sencillos hábitos de buena salud.
La pérdida y calidad de visión no es una parte inevitable del envejecimiento. Muchos estudios han demostrado que el ejercicio moderado y una dieta rica en frutas, verduras y omega3 pueden proteger contra enfermedades oculares, como la degeneración macular asociada a la edad y el glaucoma. Pero no puedes esperar hasta tener problemas de visión para comenzar a cuidar tu salud.
Las decisiones que tomes mientras estés sano también pueden ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer de ojo, así como lesiones oculares relacionadas con el trabajo y los deportes.
Recuerda que los exámenes de vista periódicos pueden detectar problemas antes de que sea demasiado tarde. Es recomendable que los adultos menores de 40 años se realicen un examen médico completo de la vista de forma periódica.
Por otra parte, si tienes menos de 40 años estos siete hábitos deben formar parte de tu vida diaria para prepararse para toda una vida de ver bien:
Usar gafas de sol, incluso en invierno o cuando esté nublado.
La exposición prolongada al sol sin la protección adecuada puede aumentar el riesgo de enfermedades oculares, como cataratas, degeneración macular y una forma poco común de cáncer ocular. Usar gafas de sol que bloqueen del 99 al 100 por ciento de la radiación UVA y UVB son nuestra mejor defensa.
Ejercicio moderado.
La actividad física moderada de forma regular puede protegerte de enfermedades oculares graves, como la degeneración macular asociada a la edad o el glaucoma.
Dejar de fumar.
Fumar aumenta el riesgo de enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular asociada a la edad. Fumar también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares que pueden influir indirectamente en la salud de sus ojos. El humo del tabaco, incluido el humo de otras personas fumadoras, también empeora el síndrome del ojo seco.
Protege tus ojos en el trabajo y en el tiempo de ocio.
Cada año, miles de personas sufren una lesión ocular grave relacionada con el trabajo o con el deporte. El uso de gafas protectoras (de seguridad) puede prevenir la mayoría de estas lesiones. Para asegurarte de que tienes el tipo de protección ocular adecuado y de que lo está usando correctamente, habla con tu oftalmólogo de confianza.
Evita la fatiga ocular.
Si pasas mucho tiempo frente a u monitor o mirando tu teléfono, es posible que te olvides de parpadear, y eso puede cansar tus ojos. Intenta seguir la regla 20–6–20 a lo largo del día: cada 20 minutos, mira hacia otro lado del monitor y concéntrese a unos 6 metros de distancia durante 20 segundos. La fatiga ocular no dañará tu visión, pero si persiste, puede ser una señal de que algo más está mal. Puedes tener ojo seco, presbicia o gafas con lentes que no estén bien graduadas.
Cuida adecuadamente las lentes de contacto.
Dormir, ducharte o nadar con lentes de contacto aumenta el riesgo de una infección ocular potencialmente peligrosa. Aprenda a cuidar adecuadamente los lentes de contacto .
Conoce tu historia familiar.
Algunas enfermedades oculares pueden heredarse. Si tienes un pariente cercano con degeneración macular, tienes un 50% de posibilidades de desarrollar esta afección. Un historial familiar de glaucoma aumenta su riesgo de glaucoma por cuatro a nueve veces. Habla con los miembros de la familia sobre sus afecciones oculares. Saber qué problemas de visión han tenido su familia puede ayudarte y a su oftalmólogo a evaluar el riesgo.