Sequedad ocular – Causas del ojo seco y tratamiento
¿Alguna vez has notado en los ojos al parpadear, una sensación de cuerpo extraño? ¿Escozor o irritación? La sequedad ocular es una afección bastante común que cursa con estos síntomas. Para aliviar esa molesta sensación es necesario ir al origen del problema.
¿Qué es el síndrome de ojo seco?
El ojo seco es una patología multifactorial y crónica, que afecta a la superficie corneal y zonas anejas, como la conjuntiva. Se produce cuando la lágrima es de mala calidad o su producción es insuficiente. Tal factor puede derivar en lesiones en la córnea además de problemas visuales asociados.
Síntomas del ojo seco
Con independencia de su origen, el ojo seco siempre cursa con una serie de síntomas comunes:
- La sensación de tener «arenilla» o un cuerpo extraño en el interior del ojo.
- El escozor, que puede llegar a ser muy intenso.
- La sensibilidad excesiva a la luz.
- El enrojecimiento.
- La visión borrosa.
- Los problemas para parpadear (sobre todo al levantarte por las mañanas).
- Cansancio ocular.
- Molestias más intensa con el uso de lentes de contacto.
- El lagrimeo excesivo
Causas de la sequedad ocular
Muchas de las consultas atendidas por los especialistas en salud visual están relacionadas con la sequedad en el ojo. No en vano, esta es una enfermedad que afecta a prácticamente el 48% de los jóvenes de hasta 18 años. ¿El motivo de estos altos porcentajes? Nuestras actividades cotidianas cada vez dependen más de la pantalla de un ordenador o de un teléfono móvil.
La falta de parpadeo impide que la lágrima se genere y se distribuya por la superficie del ojo de la manera adecuada, lo que provoca sequedad. Esto es lo que sucede habitualmente cuando se trabaja muchas horas seguidas frente al ordenador o con ambientes en los que el aire acondicionado o la calefacción favorecen a que el ojo se reseque.
Sin embargo, las causas de esta enfermedad también pueden tener otro origen:
- Enfermedades autoinmunes: el proceso de lagrimeo se pude complicar cuando enfermedades sistémicas como el lupus o el síndrome de Sjögren provocan anomalí
- Procesos infecciosos: la sífilis, la hepatitis B y la hepatitis C favorecen a la sequedad en la superficie ocular.
- Blefaritis:las lágrimas tienen un componente oleoso, uno mucoso y otro acuoso. La blefaritis bloquea la producción de lípidos y dificulta el correcto lagrimeo.
- Hipertiroidismo: cuando la glándula tiroidea hace un trabajo excesivo, los párpados tienen a hinchase y resulta más difícil que se cierren adecuadamente para favorecer a la producción y distribución de lá
- Desequilibrios hormonales: son frecuentes sobre todo en la mujer y durante la menopausia.
- Medicación: los efectos secundarios de los antihistamínicos, somníferos y antidepresivos pueden derivar en sequedad en los ojos.
No menos importantes son otras disfunciones asociadas a la vejez y al atrofiamiento celular que hace que la secreción de lágrimas disminuya, el lagoftalmos nocturno (párpados que no se cierran por completo) o los efectos de alguna intervención quirúrgica (como operarse de miopía).
Tratamiento del ojo seco
Puesto que se trata de una patología ocular crónica, el tratamiento es a largo plazo. Éste puede ir desde alternativas terapéuticas que o bien impliquen la aplicación de lágrimas artificiales o bien el empleo de antiinflamatorios o esteroides. Además, el especialista le recomendará un cambio de hábitos mientras utiliza el ordenador y, en casos muy particulares, podría prescribir el empleo de tapones lagrimales que ayuden a que la lágrima se mantenga en la superficie del ojo durante un tiempo más prolongado.